Desde que comprendí la hipocresía y la perversidad que hay en la iglesia católica; y estando absolutamente convencido de que ella es la "ramera" de color púrpura a la que se refiere el Apocalipsis; he decidido mantener firme mi fe en Dios y apartarme de dicha iglesia. Acá les voy a ir dejando información para que cada uno mire y piense. Espero de corazón que Dios los ilumine. Se acercan tiempos difíciles y debemos tener los ojos abiertos, pues quien nos engaña lo hará con sutileza. Recuerden lo que dijo Jesús para que nos demos cuenta: "el arbol se reconoce por sus frutos"...

domingo, 11 de noviembre de 2007

Apocalipsis - Capítulo 10

10:1 Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego. 
10:2 Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra; 
10:3 y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces. 
10:4 Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas. 
10:5 Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, 
10:6 y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más, 
10:7 sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas.
10:8 La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra. 
10:9 Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel. 
10:10 Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre.
10:11 Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.